8º, 9º y 10º Milagros - Ocurrieron en Naju, el 30 de junio, 1º y el 2 de
julio de 1995, con miles
de peregrinos que llenaban la Iglesia Parroquial
en la conmemoración del 10º Cumpleaños del derramamiento de lágrimas
por la imagen de NUESTRA SEÑORA. La Santa Misa fue por la noche
del 30 de junio y concelebrada por ocho sacerdotes. La vidente se
sentó en el fondo de la Iglesia y fue la última a tomar
comunión. En el momento sagrado de la comunión, de repente, las
personas que estaban cerca de Julia pudieron observar el
instante en que la Sagrada Hostia en su lengua se transformó en
Cuerpo y Sangre del SEÑOR JESÚS. Asustados y repletos de
emoción, muchas personas lloraron delante de la realidad, bien a la
vista de todos, que pudieron contemplar el Cuerpo Vivo del propio DIOS.
Los sacerdotes y las personas que estaban en las proximidades
testificaron el notable fenómeno.
Terminada la Santa Misa, los peregrinos acompañaron la vidente hasta la Capilla, donde se encontraba la imagen de NUESTRA SEÑORA, para el servicio nocturno de oración en continuidad las conmemoraciones. Con el recinto completamente ocupado por los fieles muy animados que oraban y cantaban himnos en laudación a la VIRGEN MARIA, empezó la ceremonia.
En el medio de la oración Julia sintió dolores terribles en el área del abdomen, en reparación de los abortos que asesinan tantos inocentes. Entonces sucedió una escena impresionante que retrataba fielmente la resistencia desesperada del niño que no deseaba salir del útero de su madre que quería abortarlo, y por medio de la boca de la vidente, manifestaba todo su pavor y su miedo por la muerte que se acercaba, y gritaba: " No mamá, no mi madre, no me mate". En el silencio de la Capilla, donde sólo se oyeron los gritos dolorosos de la Vidente, Fray Francis Su, de la Malasia, invitó a todos quedarse en las rodillas y orar a la conversión de las personas que son responsables por la cruel muerte de los bebés. Con emoción y llorando las personas oraron con gran fe y en agradecimiento a DIOS por aquella experiencia mística maravillosa.
Eran 3 horas
y 45 minutos del 1º de julio y toda la asamblea en silencio escuchaban
el relato traducido al inglés, de los últimos mensajes de nuestra
MADRE BENDITA. De repente, Julia que estaba en la primera hilera
al lado de Fray Su, Fray Pete Marcial y otros, se puso de pie y
se proyectó en dirección a la imagen, al mismo tiempo que
extendió las manos vigorosamente, como tentando agarrar algo
que nadie vio. Aconteció que mientras
hacían la lectura de los mensajes
que ella mismo había recibido de la VIRGEN, vio la imagen de
JESÚS Crucificado que estaba en la pared, arriba donde estaba la
imagen de la VIRGEN MARIA, ganar vida, y el SEÑOR con el rostro
repleto de sufrimiento, dejaba el sangre salir en cantidad de
siete heridas más grandes hechas por los clavos de hierro en los
pies y en las manos, por la lanza del soldado romano que clavó
en el costado derecho de JESÚS, por la apertura del Corazón
traspasado y por la herida en la testa causada por la Corona
de Espinos. De las siete heridas, salieron el precioso sangre
que luego se transformó en círculos blancos, o sea, en
admirables Hostias Sagradas. Algunas personas en la Capilla
dijeron que vieron una luz brillante, como si fuese un rayo
rápido que salió del crucifijo. Otras personas oyeron un ruido
similar a la caída de granizo. Las Hostias Sagradas salieron de
las heridas de JESÚS y empezaron a caer. Fue en este justo
momento que Julia se apresuró y estiró las manos con
determinación a cogerlas y no permitir que ellas cayesen en
la tierra. Pero las Hostias graciosamente evitaron las manos de
la vidente y se acomodaron en el altar, a los pies de la imagen de
la VIRGEN MARIA, en la presencia de la asamblea sorprendida, que
pudieron verlas en el Altar (las
fotos que presentamos a la derecha y arriba, se hicieron
en la exacta ocasión). En el momento
en que las siete partículas alcanzaron el altar, fue el instante
en que algunas personas oyeron el ruido como si fuera de una
granizada.
Ellos también recordaron la demanda de la MADRE BENDITA en 24 noviembre de 1994, haciendo la recomendación a preparar un tabernáculo en la Capilla, al lado de SU imagen. Por supuesto queda bien claro, que esas siete Hostias que llegaron, debían estar destinadas a quedarse allí dentro en un Custodia.
Este milagro fue llevado al conocimiento del Arzobispo local en el mismo día. Sin embargo, él instruyó a Julia y a los otros, a consumir de pronto las Sagradas Partículas y no dejarlas guardadas en el Tabernáculo. En obediencia ellos seleccionaron siete personas para recibirlas: dos sacerdotes y cinco legos, entre ellos estaba la vidente.
En el día siguiente, 2 de julio, los escogidos tomaron comunión. Así que ella recibió el Sagrado Sacramento el milagro se repitió, la Hostia se transformó en Cuerpo cubierto con Sangre, en su lengua. De hecho nadie esperaba otro milagro puesto que se recordaban que en menos de las últimas 48 horas, había se pasado un evento en la Iglesia Parroquial. Pero de esa manera, se entendió que nuestra SAGRADA MADRE estaba tan ansiosa para restaurar una fervorosa devoción a la Eucaristía que envió otro señal sorprendente. El fenómeno se pasó así:
La Capilla,
estaba repleta de personas con mucha fe, que oraban y se quedaban ansiosas
en la expectativa de que algún nuevo hecho pudiera se pasar, al mismo tiempo
en que sensibilizadas, estaban agradeciendo al SEÑOR DIOS por toda
la enseñanza y demostraciones de amor. Julia fue instruida por el
celebrante de la Santa Misa, que por orden del Arzobispo de
la Archidiócesis, si ocurriese el Milagro de nuevo, ella debía
ingerir inmediatamente la Hostia transformada en Cuerpo y Sangre
Vivo del SEÑOR. Todavía, sin desear desobedecer la decisión superior,
delante del milagro impresionante que se repitió luego enseguida, delante
la alegría y conmoción de todos, Fray Su y Fray Marcial que estaban atentos
a los eventos, invitaron a las personas a orar delante DIOS y
fervorosamente suplicar la misericordia Divina debido al muchos
pecados del mundo. Y todos en una postura de adoración
admirable, oraron y glorificaron al PADRE ETERNO por aquello
señal magnífico y sin igual, mientras Julia se quedaba con la
boca abierta a mostrar el SEÑOR que se filmó y fue fotografiado
por las personas. Y para que esto no dejase ninguna duda, los dos
sacerdotes mojaron sus dedos en la preciosa sangre bajo la lengua
de la vidente y mostraron a todas las personas en la Capilla. Era
más una prueba incuestionable y definitiva del fenómeno que
había ocurrido. Después, ellos secaron los dedos en un "Corpóreo", (pequeño tejido de lino blanca rectangular)no sólo una vez, sino
varias veces, hasta que esa tela se quedó sensiblemente marcada por la
Sangre de JESÚS. Se guardó celosamente como más un testimonio de esas
notables manifestaciones sobrenaturales (observar foto del hecho, luego abajo). Hasta hoy el Corpóreo es conservado en Naju. Fray Marcial,
con el mismo dedo que colocó en la Sagrada Sangre del SEÑOR, hizo un
señal de la cruz en el rostro de un bebé de seis meses que tenía epilepsia
y estaba condenado a la muerte. El bebé se quedó completamente curado desde
esa misma noche.
Cuando el CREADOR
nos da señales especiales, ÉL hace no para satisfacer nuestra curiosidad, pero
con un propósito Divino, parte del Plan de la Salvación de la
humanidad. Estos señales en Corea son sumamente importantes,
fuera de nuestra capacidad de percepción. Yo quiero decir, que
cuando el SEÑOR nos da señales, debemos contemplar
profundamente en ellos y buscar entender sobre todo, que ÉL
espera una respuesta decidida y formal de cada uno de SUS niños.
Ahora, es tiempo de meditar en estos recientes señales e tentar extraer
de ellos, todo los beneficios a nuestra propia existencia.
12º Milagro Eucarístico - Ocurrió en el Vaticano en el 31 de octubre de 1995.
Julia en compañía de Monseñor Nam Ik Paik, de su marido Julio, de Rose la
hija y Raphael un seminarista, participaron de una Santa Misa
privada celebrada por el Papa Juan Pablo II. También estaban
presentes varias autoridades y personas de la Francia que fueron
invitadas. Durante la Santa Misa, la vidente y sus compañeros fueron
autorizados a cantar himnos en coreano. En el momento de la
comunión cuando el Santo Padre dio la Sagrada Hostia a Julia,
otro Milagro ocurrió, la Partícula Consagrada en la lengua de la
vidente se transformó en Cuerpo y Sangre del SEÑOR.
Este milagro fue acompañado minuciosamente por Monseñor Paik que estaba al lado de la Vidente. Él testificó que la Partícula en la lengua de Julia cuando cambió en Cuerpo cubierto con la Sangre, quedó un poco más grande y tomó la forma de un corazón. Este fenómeno fue igual al que ocurrió en el 11º Milagro Eucarístico en Naju, según la palabra del Monseñor, ocurrido en el 22 de septiembre de 1995, durante una Santa Misa celebrada en una montaña próximo la ciudad por el Obispo Dom Roman Danylak de Toronto, Canadá y concelebrado por dos otros sacerdotes.
Terminada la Santa Misa, inmediatamente Su Santidad se acercó de la vidente y testificó el milagro. Él le dio la bendición papal y un Santo Rosario de presente.
13º Milagro Eucarístico- Ocurrió en la Capilla de Naju, en el día
de la conmemoración del
11º Aniversario
del derramamiento de lágrimas por la imagen de NUESTRA SEÑORA.
Los peregrinos de muchos países que comparecieron a la oración
nocturna en honor de la MADRE BENDITA, abarrotaban el salón.
Cerca de las 3 horas de la madrugada del 1º de julio de 1996,
Julia vio el Precioso Sangre fluir de las siete Llagas de JESUS
en el Crucifijo atado en la pared, como en el año anterior. La
Sangre de pronto se transformó en blancas y puras Hostias Sagradas
involucradas por una luz brillante muy densa. La luz se hizo más
fuerte y empezó a brillar en todos aquéllos que estaban
presentes en la Capilla, así como en las personas que estaban en
el lado externo. Entonces una luz muy poderosa radió del
Crucifijo y localizó a la vidente que dio un grito fuerte y
cayó (al piso) debido a extremos dolores en siete lugares de su
cuerpo: en la cabeza, en el corazón, en ambas las manos, en los pies y en
el lado. Los mismos lugares de las heridas más significativas de
JESÚS. Todavía ella estaba con la boca abierta después de los gritos
de dolor, y entonces, fue cuando las Sagradas Hostias se soltaron del Crucifijo
y entraran suave y de manera muy delicada en su boca (foto abajo a la derecha, se hizo en el
exacto momento). Fray Francis
Su, dos otros sacerdotes y las personas que se encontraban cerca
de la vidente, pudieron apreciar las Partículas Sagradas quedar
acomodadas en la boca de Julia Kim.
Después de las 12 horas y 30 minutos del 1º de julio de 1996, de nuevo ella tuve dolores fuertes de la crucifixión y empezó sangrar en los orifícios de los clavos en las palmas de las dos manos. Fray Raymond Spies, Fray Francis y algunas personas, testificaron el evento.
Aproximadamente a las 13 horas del día siguiente, el 2 de julio de
1996, Fray Spies, la Vidente y otras personas, oraban
delante la imagen de nuestra SAGRADA MADRE en la Capilla, cuando
de repente, Julia gritó muy fuerte y dejó caerse a la tierra.
Había recibido simplemente una poderosa luz del Crucifijo y
había sufrido los mismos dolores de la crucifixión en siete
partes de su cuerpo, como en el día anterior, sangrando en las
palmas de las dos manos. Colocó guantes para esconder las
heridas y la hemorragia, pero los guantes quedaron húmedos
con la sangre.
Por recomendación de su director espiritual, a las 16 horas de este mismo día, Julia visitó dos hospitales en Kwangju para mostrar las heridas en las palmas de las manos. Los doctores examinaron las heridas y la hemorragia y emitieron declaraciones por escrito, diciendo que eso tenía origen desconocido y que, no podrían ser explicadas como cualquier causa natural. En el mismo día, más tarde, el flujo de sangre se detuvo y las heridas de las manos desaparecieron.
Detalle de una de las Hostias que salieron de las Llagas de JESÚS. - Fray Spies alza la Hostia delante de la imagen de NUESTRA SEÑORA, mostrando el Crucifijo arriba de donde aquella y otras Hostias vinieron.
Su Santidad el Papa Juan Pablo II, después de la Santa Misa en la Capilla, él fue testigo de la transformación de la Eucaristía en el Cuerpo y en la Sangre del SEÑOR JESÚS, en la lengua de la Vidente Julia Kim.