La misericordia del SEÑOR es ilimitada y se manifiesta con la intención primordial de salvar y convertir todos sus niños. Fue exactamente con este propósito que el CREADOR providenció las Manifestaciones Sobrenaturales, porque ÉL quiere a través de ellas, ofrecer más oportunidad de conversión a las personas que son frías y que no creen en Su Amor y en Su Divina Amistad.
Son conocidos más de cinco decenas de Milagros Eucarísticos que se pasaran en varios países, desde el siglo VIII hasta nuestros días. Cada evento es diferente del otro, y cada historia es mucho más bonita y más fascinante. Esto porque, todo lo que se refiere a Sagrada Eucaristía indudablemente tiene un valor inconmensurable. Por esa razón, como nuestro espacio es pequeño, será colocado en realce solamente algunas Manifestaciones, para sedimentar en todos los corazones, la certeza de la gravedad del asunto, de la belleza del contenido y, sobre todo, de la realidad que es la Sagrada Comunión, el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad del propio DIOS, Vivo y Verdadero. JESÚS quiso quedarse junto de nosotros, disponible en todos los tabernáculos del mundo, para propiciarnos felicidad y bienestar en esta vida, y reservar una confortable situación en la eternidad, en su magnífico Reino de Amor.
"LANCIANO, Italia, año 700"
Lanciano es una pequeña ciudad medieval, que se encuentra en las costas del Mar Adriático, en Itália, entre las ciudades de San Giovanni Rotondo y Loreto.
Anteriormente era llamada de "Anxanum". EL cambio del nombre fue con la intención de perpetuar un homenaje a la conversión del Soldado Longinus que según la Tradición, nació allí. Él Centurión Romano fue aquel que clavó su lanza en el costado de JESUS Crucificado, hiriendo en el extremo del Corazón, para ver si ÉL aún estaba vivo, como describe San Juan en su Evangelio (Juan 19,34).
En la continuidad, los muchos eventos que se pasaron en su vida, lo despertaron y lo han conducido por el camino de la conversión. La Iglesia reconoció la notable transformación espiritual que santificó su vida y lo puso entre los Santos. Es conocido como San Longino y su imagen está en Vaticano, en el Santo Sepulcro, en Jerusalén, y también en varios otros altares en el mundo cristiano. Su Fiesta se conmemora en lo día 15 de Marzo.
En lo tiempo en que se pasó el Milagro, la Iglesia de Lanciano estaba bajo la protección de los Santos Legonciano y Domiciano, y era administrada por los Monjes Basilianos del Rito Griego Ortodoxo.
Un Monje del Orden (Basiliano) que era una persona sabia en las cosas del mundo, sin embargo dudaba en las cosas de la fe. Atravesaba un periodo terrible de perturbación espiritual que le condujo a dudar de la presencia Real de NUESTRO SEÑOR JESÚS CRISTO en la Hostia y no Vino Consagrados. Pero él luchaba contra esa tentación abominable y oraba, rogando al CREADOR que iluminase su espíritu y lo liberase de aquella duda y del miedo que involucraba su conciencia, que le hacia imaginar estar perdiendo su vocación. Los días pasaban y aquello drama en su interior aumentaba de intensidad y afectaba su disposición y incluso, le robaba hasta el placer de vivir.
Por otro lado, la situación del mundo por ese tiempo no lo favoreció en nadie para ayudar él fortalecer su fe. Había muchas herejías diseminadas por todas las partes, las cuales eran acogidas por legos y personas de la Iglesia. Varios Obispos y Sacerdotes aceptaban aquellas doctrinas, sin una reflexión más grande y más profunda y las transmitían al pueblo, dejando confundidas las mentes de muchos fieles y personas religiosas, resultando indisposición e incomprensiones en la Iglesia.
En cierta mañana, como habitualmente él hacia, el Monje celebraba una Santa Misa, cuando fue atacado por una ola incontrolable de dudas. Avergonzado consigo mismo, con una mirada de piedad, contempló la Hostia y el Vino que estaban a su frente y que él Consagraba. De súbito, sus manos temblaron y su cuerpo fue envuelto por una vigorosa emoción. Se quedó inmóvil, en silencio, con la cuesta para el público, como las Misas eran celebradas anteriormente. Después de algunos minutos, volviendo a los fieles que sin saber lo que se pasaba y esperaban con grande expectativa y ansiedad, él habló:
"Ustedes son testigos afortunados, a quién el Santísimo DIOS, quiso revelarse a SI Mismo en este Bendito Sacramento y SI hacer visible delante de nuestros ojos, para destruir mi falta de fe. Vengan hermanos, vengan todos y maravíllense ante nuestro DIOS tan cerca de nosotros. Vengan y contemplen la Carne y la Sangre de Nuestro Amado JESÚS CRISTO.
La Hostia se había convertido en Carne y el Vino se había convertido en Sangre del SEÑOR.
Las personas habiendo presenciado el Milagro por si mismas, empezaron a clamar, pidiendo perdón y misericordia. Otras empezaron a darse golpes en el pecho, confesando sus pecados, declarándose indignos para presenciar tal Milagro. Otras se arrodillaban en señal de respeto y gratitud por el regalo que el SEÑOR les había concedido. Todos contaban la historia a través de la ciudad y por todos los pueblos circunvecinos.
El Milagro se pasó en el año 700 de nuestra era y causó un efecto admirable, actuando preponderantemente sobre la fe del Sacerdote Basiliano y sobre la fe de las personas que eran indiferentes con el Sagrado Sacramento, o que poseían alguna duda a respecto de la presencia Real de JESUS, en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, en el Hostia y en el Vino Consagrados. El sacerdote y muchas personas incrédulas se convirtieron.
Desde la fecha del evento, es importante decir que la Iglesia aceptó este Milagro como "un verdadero Signo del Cielo" y veneró el Cuerpo y Sangre del SEÑOR en las procesiones del día de su Fiesta, en el último domingo del mes de octubre.
Inicialmente el Milagro se conservó en un Relicario artístico de Marfil. Después se puso en un Ostensorio magnífico de Oro.
Su Sangre poco después del Milagro, coaguló en cinco porciones, como si fuesen cinco pelotas. Ellos guardan una propiedad increíble: cada pelota de sangre coagulada tiene el mismo peso que los otros juntos.
La Sangre adquirió uno color castaño-sepia. La Carne esta con el color granate-oscuro y cuando se pone una lámpara a trae, ella adquiere un color rosado.
La Iglesia de Lanciano se quedó bajo la custodia de los Monjes de San Basilio hasta 1176, cuando llegaran los Sacerdotes Benedictinos que se quedaron hasta 1252. En seguida vieran los franciscanos que querían custodiar el Relicario. Ellos tuvieron que hacer muchos trabajos en el templo, porque la estructura de la Iglesia estaba comprometida.
En 1258, los franciscanos demolieran lo templo viejo y construyeron una nueva Iglesia en el mismo lugar, y la pusieron bajo la protección de San Francisco de Asís.
En 1515 el Papa León X implantó en Lanciano una sed episcopal y en 1562, el Papa Pío IV emitió un Bula Papal elevándola a la sed Arzepiscopal.
En 1887 el Arzobispo de Lanciano, Monseñor Petarca, obtuvo del Papa León XIII, la indulgencia plenaria perpetua para quién visitase el Milagro Eucarístico en el periodo de la Fiesta, último domingo de octubre, ó en los siguiente ochos días de la octava, que también es el periodo de las celebraciones en honor de la Sangre y del Cuerpo de CRISTO.
En 1566, con la amenaza de invasión por los turcos, Fraile Giovanni Antonio di Mastro Renzo y sus compañeros, articularon y consiguieron la construcción de una Capilla especial, la Capilla Valsecca, donde quedó protegido con seguridad el Milagro de JESÚS Eucarístico.
Allí permaneció hasta el año de 1902 cuando ellos construyeron un Altar magnífico con dos Tabernáculos. En el Tabernáculo superior ellos pusieron el Relicario con el Milagro y en el Tabernáculo inferior están las Hostias Consagradas en las Santas Misas que son distribuidos a los fieles. Hay un acceso a través de escalera por la parte de tras de la Capilla, donde se puede contemplar el Milagro en una distancia bien prójima.
La emoción de la visita siempre es grande y proporciona manifestaciones espontáneas que atestam la satisfacción y la conmoción de las personas, delante el propio DIOS.
A lo largo de los siglos, desde el principio, se hicieron muchas investigaciones con la Carne y la Sangre del Milagro Eucarístico. Las investigaciones más modernas que se concluyeron en 1970 atestaron que:
1 - La Carne es verdadera carne humana.
2 - La Carne es un pedazo del tejido muscular del corazón (miocárdico).
3 - La Sangre también es de ser humano.
4 - La Carne y la Sangre tiene el mismo tipo sanguíneo: “AB”.
5 - En la Sangre se encontraron proteínas en las mismas proporciones normales que se encuentran en la combinación de la sangre fresca y normal.
6 - En la Sangre también se encontraron los minerales (cloruro, fósforo, magnesio, potasio, sodio y calcio) con las cantidades idénticos de los seres humanos normales.
7 - La preservación de la Carne y de la Sangre durante 12 siglos sin la ayuda de cualquier ingrediente químico, es admirable y permanece como un fenómeno extraordinario.
“SANTARÉM, Portugal, año 1247"
Entre los años 1225 y 1247, había una mujer en Santarém que se sentía muy infeliz, porque su marido era infiel y no le amaba más. Queriendo salvar su matrimonio, oyó la sugerencia de los amigos y buscó la orientación y el servicio de una bruja.
La hechicera de pronto le prometió hacer con que su marido cambiase de conducta, esto si ella siguiese sus recomendaciones. Ella pidió que la mujer llevase una Hostia Consagrada. Delante del espanto de la mujer, la bruja le enseñó, diciendo que ella debería disimular una enfermedad y comunicar a la Iglesia, porque así, ella podría recibir la Comunión Eucarística durante la semana y entonces, tendría la oportunidad de llevar la Hostia Consagrada para el trabajo.
La mujer quedó en pánico, porque ella sabía que éste era un abominable sacrilegio. Se quedó en silencio y dejó la presencia de la bruja. Por largo tiempo quedó pensando en aquella demanda y tentaba resolver la duda que afligía su corazón. Finalmente, imaginando la posibilidad de convertir su marido y alcanzar la soñada felicidad en la vida matrimonial, inventó una gran mentira y contó al sacerdote para conseguir la autorización.
El sacerdote de la parroquia concedió la licencia y ella fue recibir la Sagrada Comunión en la Iglesia de San Estévez. En el momento de la Comunión estaba muy emocionada y con un inmenso drama de conciencia. Cuando JESÚS Sacramentado fue colocado en su lengua, no consumió la Hostia. Ella guardó el Sacramento y dejó la Iglesia inmediatamente y caminó en dirección a la casa de la hechicera.
Todavía, la Sagrada Partícula empezó a sangrar. Varias personas que cruzaron con ella en la calle, notaron las manchas de sangre en su ropa y ellos pensaron que ella estaba con algún problema de salud que se mostraba a través de una hemorragia. Delante del ocurrido, el miedo se apoderó de ella. Entonces, ella decidió no continuar con el proyecto. Llevó la Hostia Consagrada a su casa, lo involucró en un pañuelo muy limpio y completó la protección con un tejido de lino blanco, y entonces, lo puso en un baúl que poseía en el cuarto de la pareja.
Durante la noche ella y el marido fueran despiertos por una radiación clara y luminosa que viña del baúl y iluminaba completamente el cuarto. Asustados y espantados, ellos vieron dos Ángeles abrir el baúl y dejar en libertad NUESTRO SEÑOR EUCARÍSTICO de la prisión del baúl y del pañuelo.
Sin palabras y admirados con ese hecho, ellos vieron la pequeña Hostia, bien en lo medio del pañuelo abierto. Y delante de la realidad, llorando y arrepentida por haber practicado aquello pecado, la esposa dice al marido toda la verdad sobre lo que había se pasado.
Ambos llorando y conmovidos pasaron la noche de rodillas en oraciones delante NUESTRO SEÑOR EUCARÍSTICO, suplicando perdón por esa locura abominable. En estado de vigilia y adoración allí se quedaron hasta la mañana del día siguiente, cuando varias personas llegaron.
Ellos fueron atraídos vendo las llamaradas y brillos como si fuesen pequeños relámpagos que salían de la casa. Entonces ellos fueron hasta el lugar para saber lo que estaba se pasando. Las personas conocieron el hecho por la narrativa emocionada de la pareja y testificaron el notable milagro.
Un sacerdote fue llamado y llevó la Hostia Consagrada en procesión a la Iglesia. Por orden superior, la Partícula se puso en un recipiente que fue sellado con cera de abeja.
Diecinueve años más tarde otro milagro se pasó. Otro sacerdote abriendo el Tabernáculo notó que la cera del recipiente cristalino con la Hostia estaba roto y la Sagrada Partícula se había convertido en Sangre del SEÑOR, que se quedó visible dentro del recipiente cristalino, sin embargo, el se mantenía cerrado.
Las autoridades eclesiásticas en respeto y haciendo una homenaje a la Manifestación Divina, hicieron un precioso Relicario donde se puso el Milagro que se queda en la Iglesia del Santo Milagro y está a la visitación y adoración de los fieles.
En lo segundo domingo del mes de abril, el Relicario sale en procesión por las calles de Santarém en todos los años, desde aquello tiempo hasta hoy, de la Iglesia a la casa donde vivió aquella mujer. En la mencionada casa se hizo un respetuoso Altar y la transformaron en Capilla diocesana.
“SEEFELD, Austria, año 1384”
En la diócesis de Innsbruck, entre las montañas arboladas del Condado de Tyrol, está el pueblo de Seefeld, Austria, con su Parroquia de San Oswaldo que debe la popularidad que tiene, a un milagro que se pasó el jueves Santo de 1384.
Por ese tiempo el señor Knight Milser era el guardián del Castillo de Schlossberg, localizado al norte del lugarejo. El castillo fue construido estratégicamente a proteger una carretera de acceso importante y servir como fortaleza, afín de defender los habitantes del lugar. El señor Knight se mostraba orgulloso de la posición que ocupaba y de su autoridad. Por esa razón estaba siempre en evidencia. Todos los hechos que se pasaban en la ciudad con él o sus parientes, incluso con las personas de su relación de amistad, inevitablemente se registrarían en el periódico de la comunidad: La Crónica Dorada de Hohenschwangau.
Cierta mañana el fue con algunos de sus seguidores a la Iglesia Parroquial. Rodeó el Sacerdote y la congregación con hombres muy armados. Por su autoridad, exigió del sacerdote que iba celebrar la Santa Misa, tomar la comunión con la Hostia grande, aquella usada en la ceremonia por el celebrante. Según él, la Hostia pequeña tenía poco valor. El Sacerdote quedó aprehensivo y con preocupación, porque negarse a una demanda del señor Knight podría significar la muerte.
En el momento de la Comunión, el profanador con la espada tirada y la cabeza cubierta, estacionó a la izquierda del altar y allí se quedó. El Sacerdote aturdido le dio la Hostia Grande Consagrada. En el mismo momento en que el señor Knight lo puso en la boca, impresionantemente la tierra se abrió debajo de sus pies, haciendo con que él si hundiese hasta las rodillas. Asustado y con una palidez mortal, quiso salir de allí, aferrando firme con ambas las manos en el Altar como si estuviese se sustentando en una tabla de salvación. E hizo eso con tanta fuerza que sus huellas digitales se grabaron en el Altar y puede verse hasta hoy. Mismo así, el no consiguió salir de aquel lugar. Lleno de horror, imploró al Sacerdote para quitar la Hostia Consagrada que estaba en su boca, porque él no le consiguió engullir y ella estaba sofocándolo.
Así que el sacerdote quitó la Sagrada Especie, la tierra se quedó fuerte nuevamente. La Hostia retirada de la boca do señor Knight estaba totalmente roja, impregnada con la Sangre de JESÚS. Ahora, con la más grande rapidez él puede dejar la incomoda posición y luego, fue al Monasterio de Stams, donde llamó un sacerdote y confesó sus muchos pecados.
Desde entonces cambió sus maneras de vivir y suyo propio proceder, practicando frecuentemente ejercicios de penitencia y ayudando a las personas más necesitadas. De esta forma, santificaba su existencia. Él murió dos años después. Según su deseo, fue sepultado en un área prójima de la Capilla del Santísimo Sacramento del Monasterio. El manto de veludo que él usó durante la Santa Misa en la Jueves Santa, mandó cortar y hacer una túnica sacerdotal y donó al Monasterio de Stams. La Hostia del Milagro se guardó en una Custodia por determinación de la autoridad eclesiástica, hasta la fabricación de un bonito Relicario de Plata en el estilo Gótico, muy hermoso, también por recomendación de él.
El Milagro es preservado hasta hoy en la Iglesia de San Oswaldo, permitiéndose al público la visitación del mismo.
En la escena del Milagro aún se mantiene el bache en el suelo, donde él señor Night hundió hasta las rodillas. Por las razones de seguridad, el agujero se cubrió con una rejilla de hierro para evitar que alguien distraídamente cayese en él. Sin embargo la rejilla de hierro puede ser quitada para alguien que quiera examinar minuciosamente el agujero.
Localizado en el santuario en su posición original esta el altar de piedra, donde el Milagro se pasó. Está un poco distante del nuevo altar que es más alto y fue construido cuando de la ampliación de la Iglesia. De propósito él está separado del Altar del Milagro. Todo fue organizado de manera que una diferencia en la altura de las losas de los dos altares y una pequeña distancia de algunos metros que los separa, permite una visión clara del Altar del Milagro. En el lado del Altar de piedra, puede verse las huellas digitales de las manos do señor Knight, cuyos dedos se hundieron en la piedra en la hora del evento sobrenatural.
No es conocido cuando la Iglesia de San Oswaldo fue construida, pero la ocurrencia esta mencionada en una crónica de 1320. La iglesia actual tuvo su construcción acabada en 1472.
En 1984 la Iglesia de San Oswaldo celebró 600 años del Cumpleaños del Milagro Eucarístico.