- En los últimos momentos de vida del SALVADOR, a los pies de la Cruz, con las Santas Mujeres y el Apóstol Juan, NUESTRA SEÑORA recibió la conclusión del testamento de Su Divino HIJO. El SEÑOR nos dio SU MADRE, para ser también la MADRE de cada uno de nosotros. Sin duda, fué el más estimado y valioso presente para la humanidad de todas las generaciones, el mejor de todos, porque nuestra SAGRADA MADRE siempre fue a perfecta y muy especial MADRE DE JESÚS.

En la sucesión de los años, la VIRGEN MARIA nunca faltó o descuidó de lo deseo hecho por su HIJO, en el opuesto, siempre con muchos cuidados y celos, se reveló una MADRE excepcional y admirable, desde el tiempo de las primeras Comunidades Cristianas, cuando participó y acompañó las principales reuniones de los Discípulos. Aunque no era jefe de los Apóstoles, su presencia les recordaban JESÚS y ELLA se impuso a sí mismo, por su personalidad, sabiduría y carácter inequívocos. En varias oportunidades, ELLA era procurada por ellos, con lo objectivo de mejor orientarlos en sus decisiones. Los Discípulos tomaban concejos y sugestiones con MARIA, porque de hecho, su palabra trajia una incandescente luz a todos los problemas que de empiezo, parecían imposibles de ellos serem resueltos. Sentían por las palabras de ELLA, qué el ESPÍRITU DEL SEÑOR hablava por sus labios...

Cada uno y todas las personas que le buscaban , recibian una atención especial, los más cuidadosos desvelos, guiándoles y ofreciéndoles las mejores opciones de vivir, propiciándoles sugestiones del camino mas seguro, de la directriz más correcta para encontrar la perfección espiritual, el pulimento moral y para finalmente pudieren adelantar seguiendo en la dirección del CREADOR.

También en MARÍA estaba toda la historia de JESÚS!...

Muchas veces vinieron las caravanas de peregrinos para estar con ELLA y poder ellos conoceren de viva voz esos recuerdos deliciosos de su Divino y tan estimado HIJO!...

Y muchas y muchas veces también, los Discípulos se sentaban a su lado y ellos pedian para decirles los pasajes de la Vida de NUESTRO SEÑOR, y ELLA describia muchos acontecimientos, sus hábitos más íntimos, así como los detalles de su manera personal de ver y analizar los hechos y las cosas de la vida!...

Eran lecciones de ternura, de una fidelidad permanente y un inmenso y ilimitado amor.

Siempre que las hubiera terminado, ELLA dejaba escapar de sus lindos ojos una expresión nostálgica. Una lágrima furtiva resbalava suavemente por el contorno de su rostro repleto de emoción y dejaba caer en la tierra.

Es tradición cristiana que a los 72 años de edad, MARÍA se despidió de su vida terrestre. En el sentido teológico la muerte es una consecuencia del pecado. Y, siendo MARÍA totalmente santa y exenta de cualquier mancha de pecado por menor que fuera, evidentemente no debía estar sujeta a padecer la “muerte corporal”, como toda la humanidad, pues todas las generaciones son alcanzadas por el veneno del pecado, que nunca logró alcanzar la VIRGEN. Sin embargo, DIOS CREADOR queriendo que MARIA "fuese bien semejante a JESÚS", su HIJO, le convenía que muriese a MADRE como había muerto también el HIJO. Quiso el SEÑOR DIOS CREADOR dar a los "justos, un ejemplo de la muerte preciosa que les está reservada", y por eso, determinó que la VIRGEN SANTÍSIMA también muriera, pero de muerte suave y feliz. Y así sucedió en su pequeña casa en Jerusalén, donde fué "visitada" por los Apóstoles, presentes en aquel bendito día de SU fallecimiento y después, volvió a la vida con la llegada de JESÚS, siendo transportada a los Cielos, en Cuerpo y Alma, por SU querido HIJO, acompañado por un sonoro y alegre cortejo de Ángeles. (Dogma de Fe).

Desde el siglo V, la Iglesia conmemora la Asunción de NUESTRA SEÑORA a los Cielos en el 15 de agosto.